-
Arquitectos: LKDM Arquitectos
- Área: 340 m²
-
Fotografías:Nicolás Saieh
-
Proveedores: Arauco, Hunter Douglas, Cbb ReadyMix
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto se ubica en Santa María de Manquehue, encargado por una pareja que adquirió un terreno que contaba con un gran jardín y una casa de estilo colonial de los años ochenta que no aprovechaba su entorno.
La intención de los clientes fue desarrollar una vivienda nueva por sobre la existente, dado que la original no aprovechaba las vistas panorámicas de la ciudad y se cerraba a los puntos interesantes de su entorno paisajístico, como lo es el gran jardín circundante, el cordón de los andes al oriente y la cumbre del Cerro Manquehue al norte. Esta misma condición de cierre iba en desmedro de la luz al interior de los recintos, los cuales eran sombríos, fríos y con humedad ya arraigada en los muros. Esto sumado al emplazamiento altamente vegetados, ventanas mal orientadas y la sombra proyectada por el cerro, agravaban esta condición por lo que la nueva vivienda debía salvar estos problemas y ser eficiente en cuanto a su consumo de energía.
El encargo se basó en la idea de crear una nueva casa que abriera completamente sus vistas al entorno inmediato (los jardines y el cerro) como al lejano (la ciudad), pero a su vez se planeó reciclar parte de la vivienda preexistente para evitar demolerla por completo y así bajar la huella de carbono de la nueva; sus cimientos y muros del primer piso (1/3 de ellos) fueron reutilizados, pero ahora revestidos con aislante exterior y enchapados en pétreos reciclados para evitar el futuro mantenimiento de sus fachadas.
A su vez, gran parte de sus componentes como lo eran las ventanas de termopanel, puertas, algunos artefactos de baño, griferías y muebles de cocina se repartieron para diversos usos a través de donaciones para mejorar otras viviendas, ya que la mayoría de éstos se encontraban en excelente estado.
Para lograr la eficiencia energética se tuvo que adecuar el factor forma y espacio de los recintos a fin de captar luz natural y apropiarse de las vistas a la ciudad de manera sutil para no irrumpir en el entorno. Se dispusieron de aleros al sur que se abren a las vistas con perforaciones en la cubierta para permitir el paso de la luz norte y la vista al cerro Manquehue.
La espacialidad interior se pensó para generar conexión entre los pisos y así permitir la entrada de radiación en invierno por el segundo piso hacia el primer nivel, donde se aprovechó la masa de los muros del primer piso (aislada por el exterior), para acumular las ganancias solares y generar un balance de las temperaturas al interior siguiendo los principios del diseño solar pasivo. Esta misma aislación continua permite evitar los puentes térmicos en las zonas más frías y con esto, eliminar la condensación que generaba gran humedad al interior de la vivienda anterior.
Se hizo una combinación de tipologías de aperturas de ventanas según el uso de los recintos; batientes o proyectantes en zonas de dormitorios, ya que sellan mejor y tienen menos infiltraciones, y correderas de mayor infiltración en los espacios comunes como living / comedor para abrir y conectar de mejor manera estos recintos al gran jardín preexistente.
En los meses estivales, con la estrategia en la fachada norte de aleros y antepechos, se logró controlar el ingreso de radiación directa al interior, permitiéndole a la masa térmica de los muros absorber el calor del aire en los recintos y liberarlo mediante estrategias de ventilación nocturna para así enfriarlos.
Las estrategias de enfriamiento pasivo se complementaron con la cubierta al considerar aislación continua con cámaras de aire y dos tipos de ventilación; por un lado, convectiva, dada la forma de la cubierta que se levanta al sur, permitiendo en esta misma fachada alternar ventanas altas para dejar libre la salida del aire exhausto. La segunda forma de ventilar fue cruzada entre patios vegetados al centro y al norte, aportando enfriamiento evaporativo por la sombra y evapotraspiración generada naturalmente por las plantas y árboles emplazados en dichas zonas.
Los sistemas de iluminación inteligente y eficiente propuesto en la vivienda, se conectaron a un sistema fotovoltaico ubicado en zona estratégica de la cubierta norte, la cual recibe la mayor radiación anual, para proveer de electricidad de forma continua sin depender de generadores de energía fósil.
El paisajismo si bien era existente y los propietarios pidieron conservarlo, se complementó y restauró principalmente con especies naturalizadas y endémicas de la región, las cuales presentan un bajo consumo hídrico para optimizar este recurso.